Con unos créditos iniciales ante los que no sabemos si estamos a punto de ver un videoclip, o el último hit de Netflix, “Déjame que te devore” es el trabajo más cinematográfico de Eskorzo hasta la fecha. Un menor despliegue de producción que en videoclips anteriores, sin drones, grúas, ni grandes escenografías, y con mucho guión, muchos giros de guión, y la cesión del protagonismo a un prodigio de la gran pantalla como es Salva Reina (La Isla Mínima, Allí Abajo…). El resultado: un psico-thriller donde nada es lo que parece y todo tiene dobles lecturas; una historia donde el amor incondicional puede acabar devorándonos por dentro y al mismo tiempo ser el más dulce de los venenos.