XXV FESTIVAL DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA DE CÓRDOBA
Estelle Lallement y Filipe Marques han fundado en 1998 el dúo Lallement Marques, que en la actualidad es reconocido por sus interpretaciones del repertorio contemporáneo.
Desde el principio, se dirigen a los compositores de nuestro tiempo, interpretando obras de Canat de Chizy, Ohana, Ton-That Tiêt, Ferneyhough, entre otros. Transcriben obras de Isaac Albéniz, Erik Satie, Domenico Scarlatti, Antonio de Cabezón, Klaus Huber, con quienes tienen una profunda afinidad, y les aportan una nueva dimensión.
Su encuentro con el compositor Félix Ibarrondo, un espíritu independiente y exigente, es decisivo tanto musical como humanamente.
Félix Ibarrondo les dedica Ibilkerak, para dos guitarras solistas y conjunto instrumental, estrenado en 2005 con el conjunto TM+.
El descubrimiento de la música concreta instrumental de Helmut Lachenmann, de quien reciben consejos para su interpretación de Salut für Caudwell, es otro momento esencial en su evolución.
A continuación, se embarcan en una profunda reflexión sobre las posibilidades sonoras de la guitarra como dúo, y trabajan con compositores que prueban, construyen y elaboran nuevos sonidos. Comparten con ellos su gusto por el juego, por la exploración sonora, por la manipulación de las texturas y las técnicas más diversas.
Jean Marc Chouvel es el primero en dedicarles una obra microtonal, Beta Persei (2011), para dos guitarras afinadas en 1/6 de tono.
Sofía Martínez compone para el dúo Surgiendo del mar (2011), seguido de Musique pour une chambre à soi (2017), un homenaje a Virginia Woolf, para dos guitarras afinadas en 1/8 de tono.
Su encuentro con Pascale Criton marca el inicio de una estrecha colaboración, que desemboca en el estreno de Trans (2014 - 2016), para dos guitarras en tono 1/12.
Francisco Luque les dedica Le Vol des oiseaux (2016), basada en un poema de Li Bai, para dos guitarras en 1/4 de tono.
En 2020 estrenan Lidio, un encargo del festival Mixtur, de Manuel Contreras Vázquez, en homenaje a Víctor Járra, pieza nominada al premio Pulsar 2022.
En 2021, José Manuel López-López les dedica Mar sin Fondo, por encargo de Radio-France, para el programa Création Mondiale.
Siempre con espíritu de investigación, exploran la interpretación y la técnica de la música romántica para dúo de guitarra, en instrumentos antiguos, en particular las obras de Sor, Coste, De Fossa, Delhoyer.
El dúo Lallement Marques ha sido invitado a actuar en escenarios nacionales franceses, en el festival de Radio France-Montpellier, en el GMEM, en el festival de Bernaola, en el London Contemporary Music Festival, en el Louth Contemporary Music Festival, en el Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea Fundación BBVA, en el Festival Mixtur.
Sus actuaciones han sido transmitidas por France Musique y la BBC.
Programa:
Mar sin fondo (2021) José Manuel López López
Salut für Caudwell (1977) Helmut Lachenmann
Música para una habitación propia (2020) Sofía Martínez
Lidio (2020) Manuel Contreras Vásquez
Notas al programa
José Manuel López López: Mar sin fondo
Encargo de Radio France para el programa "Création Mondiale"
Estreno del 7 al 13 de junio 2021
Centre National de Création La Muse en Circuit - Alfortville
«Mar sin fondo, In Memoriam Francisco Iovino» para dos guitarras, encargo de Radio France para el programa Création Mondiale «Alla Breve» es un homenaje a mi querido amigo Francisco, compositor con quien compartí durante muchos años; primero en París cotidianamente y luego a distancia entre París y New York cuando IOVINO se trasladó a esta ciudad para realizar su doctorado en la Columbia University, largos momentos musicales y vitales, que surgieron tras nuestro encuentro en 1991 en el IRCAM (París); él como investigador y programador de informática musical y yo como compositor, que aplicaba la tecnología que en este centro se desarrollaba en las obras que allí compuse: Lituus (1991) para cuarteto de metales y electrónica y Sottovoce (1995) para cuarteto vocal y electrónica.
En este homenaje a Francisco IOVINO he querido mostrar el interés que tanto él como yo, siempre hemos tenido en entrar en el interior del sonido, y desde ahí construir el resto de la obra. La guitarra, instrumento muy cercano a mí desde la infancia, ha sido en esta ocasión el vehículo en este viaje al “centro del sonido”.
Cada uno de los 5 movimientos que constituyen la obra, movimientos de dos minutos de duración solicitados expresamente, por Anne Montaron, directora del programa Alla Breve de Radio Francia, serán difundidos la semana del 7 de junio de 2021 en un original formato radiofónico consistente en retransmitir cada día de la semana (mañana y tarde), uno de estos movimientos, que finalmente serán retransmitidos en su integridad el domingo de esa semana en un programa monográfico de una hora de duración dedicado al compositor invitado en cada caso.
Este formato obliga al compositor a desarrollar una estrategia formal que le permita por una parte escribir movimientos independientes con su correspondiente coherencia, contraste, energía, gestualidad e interés propio, y al mismo tiempo planificar la forma global de la obra, como suma de estos movimientos independientes reuniendo en un todo global las características mencionadas anteriormente para cada movimiento: coherencia, contraste, energía, gestualidad, etc.
Elementos que considero interesante mencionar, pues ponen en relieve la voluntad antes citada de profundizar e investigar en el timbre y tener acceso a maravillosos rincones imprevistos de los colores infinitos de la guitarra, son por ejemplo la utilización de cejillas móviles que permiten la obtención de superposiciones armónicas inhabituales, incluso imposibles de realizar sin ellas. También el uso de bottlenecks que al rozar los trastes metálicos de ambas guitarras producen unas texturas percusivo-granulares nuevas en el repertorio guitarrístico, que recuerdan el crotorar de las cigüeñas y que nos sitúan en un territorio bio-musical interesante por la conexión entre naturaleza y música. Igualmente la presencia constante, a excepción del primer movimiento, de texturas de partículas con trayectorias, densidades y rizomas de energía que nos acercan y conectan con el micro mundo de la física cuántica y sus características particulares, en el sentido de partículas, completamente alejadas del ritmo en el sentido tradicional de este, pero que amplían y complementan las superposiciones polifónicas de manera notable.
La obra está dedicada al dúo Estelle Lallement y Filipe Marqués a quienes agradezco profundamente el fantástico trabajo que han realizado para dar vida a esta obra compuesta a la memoria de un queridísimo amigo.
Helmut Lachenmann: Salut für Caudwell
Estreno del 3 décembre 1977
Baden-Baden
Wilhelm Bruck et Theodor Ross
La primera vez que escuché Salut für Caudwell, fue en España. Helmut Lachenmann fue invitado por Cristobal Halfter al segundo curso de Villafranca del Bierzo, que reunía en 1986 a todos los jóvenes compositores españoles con los más mayores, ,en el espíritu de Darmstadt. Es poco decir que la música de Lachenmann nos impresionó. La pieza, estrenada en 1977, no tenía aún 10 años, y Lachenmann nos hizo un análisis muy minucioso. Esta pieza escuchada en un país en el que la guitarra no es un instrumento secundario,hacía explotar todos los criterios de lo que hasta entonces se podía hacer con el instrumento , se pasaba a otro universo, y esto era evidente para todos nosotros. Sólo más tarde, con la partitura en mano y el texto traducido, comprendí que no se trataba sólo de una revolución sonora, sino que había también un mensaje político latente en esta escritura.
Las palabras pronunciadas de forma casi deshumanizada por los dos músicos no están sin motivo en la intensidad dramática propuesta desde los primeros minutos de la obra. Y se siente inmediatamente que hay una tensión permanente a lo largo de toda la partitura entre una métrica de consonantes oclusivas y fricativas y la evocación de sonoridades enriquecidas hacia el agudo del espectro, las técnicas de « bottleneck » imprimiendo esta parte de inflexión sustraída a la entonación vocal, lejanamente a la sombra de alguna melodía.
Sabemos hasta qué punto la música de Lachenmann es mágica, y particularmente mágica por el recuerdo de la melodía como recuerdo de un mundo antiguo, pero sobre todo como toma de poder musical de la sociedad sobre la libertad artísica. Desde este punto de vista, Lachenmann se debate contra una tradición doble, la del academicismo ordinario del arte burgués que denuncia el texto de Caudwell, pero también un antagonismo a este arte que tiene de su maestro Luigi Nono, él mismo heredero por alianza en su matrimonio con la hija de Arnold Schönberg, de toda la tradición vienesa del serialismo, además de la formación ideológica del partido comunista del Norte de Italia. Así arrastra una melodía fantasmagórica, justo antes del enunciado del texto de Caudwell, uno de los raros momentos de la partitura que es objeto de una notación descriptiva, casi coreográfica, poniendo el instrumento en tensión para hacer percibir toda la fuerza y 1 el poder de los sobreagudos. Se puede oír el mismo tipo de eco que el que Schoenberg había utilizado en el segundo violin, en el segundo movimiento de su « cuarteto nº2 op 10; Ach, du lieber Augustin, Alles ist hin! », « Ah querido Agustín, todo está perdido », Este testimonio popular del papel de la música en tiempos de la peste, que concluye abriendo la pieza en un: « entonces diremos » que da a la música el lugar de la semántica real.
Es poco decir que Lachenmann organiza una puesta en tensión radical de sus potencialidades expresivas. La repetición está tratada de manera titánica, hasta este pasaje donde culmina una sincronización sobre grandes acordes secos, y cuya distancia temporal evoca las interpretaciones de los músicos del teatro nô. Estas repeticiones , evolucionando sobre diversas escalas temporales, a menudo superpuestas en polirritmia, estructuran el discurso, hasta la estabilización final, donde las fricativas se imponen a las oclusivas, recordando la fricción de las cadencias andaluzas, reproducida en la scordatura de los dos instrumentos.
Siendo por su radicalidad un monumento de la música del siglo XX, Salut fûr Cadwell es un paso obligado del repertorio para 2 guitarras. La interpretación que hacen aquí el duo Lallement Marques ha madurado por una larga frecuentación de la partitura, informada por el compositor y los intérpretes del estreno. Da a escuchar en toda su violencia la belleza singular de una música cargada de todas las tensiones sociales y estéticas de una época de la que aún tenemos dificultad en comprender la herencia.
(Jean-Marc Chouvel)
Sofía Martínez: Música para una habitación propria
Estreno el 27 de febrero 2017 – Paris
2 guitarras afinadas en octavos de tono.
Hace años que trabajo sobre glissandos lentísimos ascendantes y descendentes. Me interesa de estos glissandos el hecho de que se pierde la noción de altura y tiempo, así como su omnidireccionalidad.
De la misma manera que en física cuántica no se puede determinar al mísmo tiempo la velocidad y la posicíón, los glissandos nos permiten una incertidumbre en la escucha, no podemos encontrar la precisión de la nota ( aunque la interpretación debe ser muy precisa), y esto nos muestra su parte más secreta.
La pieza se basa en un continuo glissando lentísimo descendente que se va superponiendo y crescendo hasta un gran clímax rítmico flamenco. El final de la obra contiene un glissando de 2a Mayor más un cuarto de tono. La compuse para el dúo Lallement-Marques a quienes está dedicada la obra.
Manuel Contreras Vázquez: Lidio
Encargo del Festival Mixtur
Estreno el 11 de septiembre 2020
Fabra i Coats - Barcelona
"Lidio", como el modo eclesiástico de Fa a Fa, o de Do a Do. "Lidio", como el verbo "lidiar": luchar o disputar con alguien o algo para alcanzar un objetivo. Enfrentarse a algo o a alguien: gérer, lidiar, combattere...
Lidio es el segundo nombre de Víctor Lidio Jara Martínez, popular cantautor y director de teatro chileno, militante de la "Unidad Popular" de Salvador Allende, compañero de viaje de Luigi Nono durante su periplo entre el pueblo chileno, asesinado por la dictadura de Pinochet en 1973.
Las tres acepciones de la palabra "Lidio" se unen en esta pieza para generar una sutil dramatización sonora que funciona como antífona de Víctor Jara. Un breve réquiem para quien se enfrentó con su canto a la cara más cruel de la tiranía, y que encarnó en su nombre el recuerdo de un arcaico, ancestral y esencial material sonoro.