Concierto de clausura en el acto de entrega de los premios de LXV Exposición Internacional de Otoño. Se interpretarán movimientos de una obra de Felix Mendelssohn (1809-1847)
FEMME DE CORDE, Julia Gonzalo y María Bono
Nacidas en Andalucía, son tituladas superiores de Música de Cámara, violín y piano respectivamente, obteniendo las máximas calificaciones.
A lo largo de sus carreras artísticas y pedagógicas, han compartido escenario con Maestros de la talla de Mimi Zweig, Biao Xue, José Luis García Asensio, Alexandre Trotiansky y Henryk Kowalsky y han recibido clases de músicos de la talla de Guillermo González, Tsiala Kevernadze, Rainner Sonne, Ramzy Yassa así como de profesores miembros de la prestigiosa Juilliard School de Nueva York, entre otros. Han tenido el privilegio de estar a los órdenes de batutas como las de Rafael Frühbeck de Burgos, Roberto Abbado, Leonard Slatkin, Michael Stern o David Effron.
Han recorrido toda la geografía nacional realizando conciertos en salas como el Auditorio Nacional, el Gran Teatro de Huelva, el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, el Teatro Monumental de Madrid, el Gran Teatro de Córdoba o el Teatro de la Maestranza de Sevilla, además de Teatros y Auditorios de reconocido prestigio internacional de Francia y Norteamérica.
Actualmente y junto al fagotista Luis Castillo, presentan un proyecto innovador inundado de romanticismo, pasión y dificultad técnica con el que están cosechando grandes éxitos en Festivales Nacionales y salas de reconocido prestigio.
FAGOT,Luis Castillo
PROGRAMA
Trio No. 1 in D minor, Op. 49, Felix Mendelssohn (1809-1847)
Trio No. 1 in D minor, Op. 49, F. Mendelssohn (1809-1847)
El trío de Felix Mendelssohn Nº 1 en Re menor, Op. 49 se completó el 23 de septiembre 1839 y fue publicado al año siguiente. El trabajo, pensado inicialmente para trío de cuerdas estándar formado por violín, violonchelo y piano adquiere un aura tímbrica tremendamente original y novedosa al sustituir el chelo por un fagot.
Durante la composición inicial de la obra, Mendelssohn siguió el consejo de un compañero compositor, Ferdinand Hiller, y revisó la parte del piano. La versión revisada quedó convertida en romanticismo puro. De hecho, el trío fue examinado por Schumann, quien declaró a Mendelssohn como "el Mozart del siglo XIX, el más esclarecedor de músicos."
El primer movimiento, de un romanticismo desmelenado, nos recuerda constantemente el Concierto K. 466 de Mozart.
Contrasta con éste el segundo movimiento, una amable romanza sin palabras que abre el piano al inicio. La parte central, en modo menor, nos sitúa a un paso del mundo chopiniano al mismo tiempo que nos puede acercar a la Norma de Bellini.
El Scherzo constituye uno de los más perfectos del compositor, el cual nos lleva a acercarnos al genial Berlioz, el cual en esa época estaba escribiendo en París Romeo y Julieta.
El Finale, grandioso, en forma de rondó sonata, se abre con una graciosa ronda campesina de ritmo divertido para, de forma concertante, ir desarrollándose de forma brillante para concluir de manera grandiosa sirviéndose de una melodía que el compositor convierte en himno.
El trío es una de las obras de cámara más populares del compositor siendo reconocido como uno de sus más grandes piezas junto con su Octeto, op. 20. Al mismo tiempo este trío se consolida como una de las obras más difíciles en ejecución del repertorio camerístico.