En su última grabación Francesco Corti se centró en las ocho suites para clave de Haendel, escritas posiblemente entre 1717 y 1719, mientras trabajaba para el duque de Chandos, pero que fueron revisadas y publicadas en 1720, coincidiendo con las primeras actividades de la Royal Academy of Music, compañía londinense de ópera italiana que Haendel dirigió artísticamente. En las suites, el compositor asumía el estilo de la suite de danzas a la francesa, y Corti ha querido contrastarlo con la forma en que Bach estaba haciendo lo mismo por aquellos años en el continente, pero también con su manera de afrontar el estilo italiano y con un ejemplo de la singularísima música programática, de carácter muy alemán, que para teclado escribió Kuhnau (el antecesor de Bach en Leipzig) bajo un extenso título que hoy suele resumirse en el de Sonatas bíblicas.