En un mundo donde la homogeneización sonora parece dominar las listas globales, cada vez más artistas y oyentes buscan refugio en las raíces, dando paso a un renacer de los localismos en la música.
Esta reacción no es solo un gesto estético, sino una declaración de identidad frente a la cultura globalizada que tiende a diluir las particularidades. Galicia, con su rica herencia celta, su lengua propia y una tradición musical profundamente arraigada, siempre ha sido referente de un universo sonoro con mucho carisma y personalidad. La nueva música gallega no renuncia a la contemporaneidad —incorpora la electrónica, el pop o el folk de vanguardia—, pero lo hace desde una mirada local, integrando instrumentos tradicionales como la zanfona o la gaita, y reivindicando lo gallego como actitud artística y vehicular de sus valores.
PROGRAMA:
Viernes, 23 de Mayo
BALA
Las gallegas Bala comienzan su viaje a mediados de 2014. El dúo combina sonidos que recuerdan al rock intenso de los 90, con influencias que van desde el grunge al stoner, pasando por el hardcore o el punk y con la contundencia de dos voces muy distintas.
Sábado, 24 de Mayo
Por si a alguien le interesa saberlo, Grande Amore es el grupo más ruidoso de su generación. No el que mejor canta, no el que mejor toca, no el que mejor baila… pero sí el más ruidoso. Guitarra, ritmo y voz. Todo tan roto como sea posible. Antes de subirse al escenario, parecen los Looney Tunes. Una vez que suben, también, pero con mucha distorsión arropándolos.