Los hermanos de la Aurora salen a recorrer la ciudad todos los sabados a la medianoche (salvo carnaval y feria de septiembre) cantando canciones a la Virgen, siguiendo una tradición que se remonta a cuatrocientos años atrás. Se acompañan de instrumentos como bandurrias, guitarras, laudes, campanillas y algún instrumento de viento y tienen un rico y variado repertorio de más de 300 coplas de temática mariana, con itinerarios variados que se repiten cada sábado. Es costumbre que algunos vecinos abran las puertas de su casa y ofrezcan a los “auroros” unas copas de licor y dulces.
La fiesta tiene su culminación en la procesión, que acompañada por los Hermanos de la Aurora y grupos de campanilleros venidos de otros pueblos, recorren las calles de la ciudad.