FEMÁS 20
Los ejemplos más tempranos de sinfonía clásica aparecen en el norte de Italia algo después de 1720. Giovanni Battista Sammartini partía para sus obras del modelo estructural (tres movimientos) e instrumental (cuerdas con continuo) del concerto ripieno, pero en los movimientos rápidos desarrollaba las formas binarias típicas del Barroco hasta convertirlas en embriones de la forma sonata. A partir de los años 40, Sammartini amplió la plantilla de sus orquestas, incluyendo vientos, empezó a enfatizar los contrastes dinámicos y creo auténticos contrapuntos dialogantes entre las partes.
En Viena, hacia 1760, los modelos primitivos de sinfonías estaban ya bien establecidos, pero desdeñando en buena medida el estilo más contrapuntístico del periodo final de Sammartini para acercarse a la ligereza del estilo galante. Aunque públicamente las sinfonías triunfarán sobre todo en las series de conciertos de París y Londres, Viena acabaría convirtiéndose en el centro vital de la composición de la sinfonía y con ella de todo el movimiento clásico. En su desarrollo fueron vitales las aportaciones de los compositores de la escuela de Mannheim, tanto los más primitivos (Johann Stamitz, Richter, Holzbauer), que difundieron muy tempranamente algunos de los hallazgos de los oberturas napolitanas (crescendi entre los más populares), como los más tardíos, entre los cuales ocupa un lugar especialísimo Johann Christian Cannabich.