La Caracolá da paso a los hermanos lebrijanos pertenecientes a la Casa de los Malena. Malena Carrasco entiende el flamenco con un lenguaje para transmitir sentimientos, una forma de conversar la identidad de su pueblo. Nacida en 1998, es savia nueva para la transmisión del cante gitano. Lo ha aprendido en su propia cuna, criada en un ambiente fiestero en el que el cante flamenco es parte connatural a los modos de vivir el día a día en el seno de su hogar y al calor de las fiestas gitanas.