PATRIMONIO FLAMENCO.
Delirium Tremens.
Desde el inicio de su carrera, Rosario La Tremendita ha ido trabajando no solo en la personalización de las formas de cante reconocidas como tradicionales, sino que ha ido también desarrollando sin complejos sus propias líneas y, por tanto, sus propias propuestas de cantes. En esa continua reflexión sobre la materia flamenca, esta artista ha sentido también la necesidad de contar cantando sus inquietudes. Letras que se ajustan a su mundo musical -y viceversa- para que la coherencia no sea ajena al proceso.
Pero la investigación no se queda ahí. Como productora, otra de las inquietudes de esta autora es la sonoridad, y en este sentido, La Tremendita ha profundizado también en la construcción de nuevos entornos sonoros en los que ubicar las diferentes emociones que subyacen en la expresión flamenca.
Emociones que Rosario traslada no solo a su voz: también a su guitarra y a su bajo eléctrico. En el siguiente paso, La Tremendita propone una nueva investigación, esta vez basada en tres conceptos:
- El directo.
- Una diferente contextualización de los cantes tradicionales.
- Su faceta de instrumentista.
Delirium Tremens es un proyecto vivo, único y sin precedentes en la historia del flamenco.
ROSARIO GUERRERO (TRIANA, 1984), TREMENDITA.
Flamenca por tradición, autora por vocación, artista por amor. Lo jondo es congénito. La inquietud, adquirida.
Bisnieta de Enriqueta La Pescaera, sobrina nieta de La Gandinga de Triana e hija de José El Tremendo, Rosario cazó el cante al vuelo y lo fue soltando ya de niña en fiestas y peñas. Ya entonces, su meta era ser cantaora y, sobre todo, cantaora “de alante”.
Por eso, lo conocido no era suficiente. Creyó necesario explorar en profundidad esa materia expresiva y ampliarla. Así, investiga en el cante al tiempo que realiza estudios de solfeo y piano. Conforme crece en conocimientos va grabando su nombre en los concursos más importantes (Nacional de Córdoba, Antonio Mairena, La Unión), y pone su sentido cantaor al servicio de los más granado del baile (Belén Maya, Rocío Molina, Rafaela Carrasco, Andrés Marín). El cante para baile era una asignatura más en su carrera y la aprobó con nota.
En 2008, tras seis años de colaboraciones con las compañías de baile, Rosario decide definitivamente capitalizarse como artista: invertir en sí misma como solista. De esta forma aflora definitivamente su faceta más creativa: la de compositora.
Ha dirigido espectáculos y ha sumado su talento a la creatividad de artistas como Rocío Molina, Mohamed Motamedi o Javier Ruibal. Su primer álbum (“A tiempo”, 2010), fue su primer gran reto.
Su segundo trabajo “Fatum”, fue grabado en 2012, y nominado en la 15º edición de los Latin Grammy Awards como mejor álbum de música flamenca junto con Paco de Lucía y Enrique Morente.
“Qasida” es su tercer disco. Un concierto en directo junto al cantante iraní Mohamed Motamedi donde Rosario también se encarga de la dirección musical creando un espacio sonoro y un diálogo entre dos culturas.
Un acercamiento entre el flamenco y la música y poesía persa. Proyecto de colaboración internacional iniciado por la Bienal de Flamenco de los Países Bajos.
Actualmente se encuentra a punto de lanzar su cuarto álbum, “Delirium Tremens”. En este proyecto da un paso más en su inquietud investigadora exponiendo el cante flamenco tradicional a nuevos entornos, tanto sonoros y armónicos, como de representación. En esta acción artística, La Tremendita propone un formato audiovisual donde los asistentes participan en la grabación, pero no como espectadores, sino de forma activa integrada en la acción. No se trata del recital, sino de una auténtica sesión de grabación. Músicos y asistentes integrados en todo el proceso artístico.
“Delirium Tremens” es un proyecto vivo, único y sin precedentes en la historia del flamenco. Como artistas invitados estarán, además, Estrella Morente yJosemi Carmona.
Además, es co-creadora del espectáculo “Cantahora”, junto a Gema Caballero, en el que las dos artistas se muestran sin más compañía que los múltiples instrumentos: guitarra, bajo eléctrico, cajón y cascabeles, con una cuidada puesta en escena -sobria pero eficaz.
También forma parte del nuevo proyecto del bailaor y coreógrafo Andrés Marín, “Don Quixote”.
Un espectáculo donde, venerando la tradición, siembra el desorden y sacude dogmas y certezas para hacer que su arte tenga una nueva luz. Juntos reinventan un flamenco híbrido y carnal, sonoro y provocador.