Ecce Homo
XXXIX FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE SEVILLA 2022
La mayoría de las cantatas para voz solista de Antonio Vivaldi llevan un acompañamiento de continuo, pero algunas adjuntan un conjunto instrumental. De estas, cinco son para voz de soprano y cuatro para voz de alto. Entre ellas, posiblemente la más difundida sea Cesssate, omai cessate, característica pieza arcádica en la que un pastor se lamenta por el recuerdo infausto de su ingrata y adorada Dorilla. De datación inconcreta, aunque se asocia a la última etapa del compositor, Vivaldi estructura el texto en dos dípticos recitativo-aria, el primero precedido por un breve ritornello a manera de introducción. Como era habitual, las dos arias son da capo y tienen caracteres contrastados. La primera, marcada como Larghetto, es patética y destaca por el pizzicato de la cuerda (salvo un violín y el violonchelo en el bajo) que bien podrían representar las lágrimas del protagonista; la sección B está señalada Andante molto y se toca con arco y los violines divididos (en la parte A, están escritos al unísono). La segunda aria es de bravura, con agitadas subidas y bajadas continuas de la cuerda y una escritura vocal más melismática.