Compañía Sevillana de Zarzuela.
Una de las zarzuelas de género chico más famosas e importantes con música de Tomas Bretón y Libreto de Ricardo de la Vega en el que podemos percibir todo el sabor de la típica verbena de Madrid encima del escenario.
Cuadro Primero
La acción se sitúa en los barrios populares madrileños, durante la festividad de la Virgen de La Paloma. En una calle donde hay una botica y una taberna, Don Hilarión (el boticario), y Don Sebastián comentan los calores de la noche, mientras los vecinos cantan alegremente sobre la verbena. Julián en cambio no comparte este espíritu y comenta ante la «señá» (señora) Rita, que es debido a que sospecha que Susana le ha dicho que no va a ir a la verbena, con el pretexto de poder salir a solas con algún amante, lo que le da pie a tramar una venganza contra ella. Don Hilarión comenta alegremente la noche que va a pasar con dos chulapas que ha conocido, y que espera poder lograr de ellas buenos favores. La «señá» Rita trata de consolar a Julián animándolo a ir con ella a la verbena y a olvidarse de su venganza.
Cuadro Segundo
En frente de un café, los vecinos escuchan y palmean a la cantadora. Entre los vecinos están La Tía Antonia, con sus sobrinas Casta, y Susana, la novia de Julián. Susana se siente amargada por los celos de su novio, al cual quiere dar un escarmiento, aceptando las proposiciones que le hace un viejo, que no es otro que don Hilarión, el cual llega y trata de obsequiar a las muchachas con un refrigerio que encarga del café. Aparecen por la calle Julián y la Seña Rita, el cual al oír las risas de su novia y del admirador, siente ansias de venganza. Al salir por la puerta de la casa, los reconoce y se produce una pelea, en la que intervienen los guardias y el tabernero, poniendo paz y marchándose Susana con don Hilarión y Julián jurando venganza.
Cuadro Tercero
En una calle convertida en salón de baile los vecinos bailan y disfrutan de la noche. Están don Sebastián y su familia disfrutando cuando ven aparecer apresurado a Don Hilarión, el cual se refugia en su casa. Julián lo ha perseguido y trata de buscarlo en el baile. Detrás de él vienen la Seña Rita, la Tía Antonia, Casta, Susana y los Guardias, con los cuales mantienen una discusión. Don Sebastián intercede por Julián ante los guardias y se reconcilia con Susana, pero al entrar dentro del comercio Julián reconoce a don Hilarión, tratando de ir tras él y este desaparece entre el tumulto de gente, finalizando la obra con la alegría general.