CÁDIZ ES FLAMENCO.
FLAMENCO CÁDIZ OTOÑO 2017.
Ana María Ramírez Limones. La Puebla de Cazalla, 1983
Debutó con 8 años en El Rubio (Sevilla) pero no se profesionalizó hasta comienzos de 1999, cuando José Menese la apadrinó en el Teatro Carlos III de San Lorenzo de El Escorial. Después, Ana Ramírez fue becada por la Fundación Cristina Heeren para seguir las lecciones de Naranjito de Triana, Manuel Soler, José de la Tomasa y Calixto Sánchez. Como Sonia Miranda, Jeromo Segura, Vicente Gelo, Laura Vital, Rocío Bazán, Nazaret Cala o Virginia Gámez, formó parte de “la primera generación de cantaores flamencos formados simultáneamente en la tradición popular y el rigor académico, en las vivencias flamencas y el conocimiento de los maestros” (Fernando Iwasaki). Entre 2003 y 2005 puso voz a la música que el onubense José Luis Rodríguez compuso para la “Yerma” de Cristina Hoyos, viajando por todo el mundo como única cantaora de la compañía. Hasta que marchó a Vigo para emprender un proyecto de familia que no prosperó. Volvió a La Puebla en 2008, cambió su nombre artístico por el de “La Yiya” -por su abuelo El Yiyi- y retomó su carrera presentándose a diferentes concursos por Andalucía y Extremadura en los que obtuvo un sinfín de primeros premios de diversa importancia.