Lazarillo es la última ópera de David del Puerto; con libreto de Martín Llade sobre la novela homónima. La obra presenta una cruda mirada a una España azotada por la miseria, el fanatismo y la explotación, a través de la vida de Lázaro.
La puesta en escena del “Lazarillo” utiliza tecnología audiovisual para amplificar la experiencia teatral. Una pantallla gigante de ocho metros de ancho proyecta imágenes generadas en tiempo real durante la función.
Una cámara en vivo captura las acciones de los cantantes y las transmite en la pantalla, lo que permite ver primeros planos de la cara, las manos y los labios de los intérpretes.
Programación del Teatro Lope de Vega.
SINOPSIS
En una España árida, azotada por un sol sofocante, las pocas lluvias son torrenciales y desboradan los cauces de los ríos provocando inundaciones.
La ignorancia, el fanatismo y la miseria son explotadas por seres que luchan por un bocado mientras tratan de mantener intacta su falsar honra.
En este panorama, nacer en un río, hijo de un ladrón y de la concubina de un negro no es un buen comienzo.
Lazarillo, el niño, vaga entre pueblos ruinosos, llenos de esqueletos de edificaciones que alguna vez fueron sueños de progreso.
Pasa de mano en mano, sirviendo a amos y señores, aprendiendo de ellos duras lecciones de cómo sobrevivir.
¿Pero en qué año estamos? ¿Es el 1550 o el 2050? ¿Todo esto es antes o después del desastre climático?
Mirar a Lazarillo es mirar al pasado y al futuro al mismo tiempo, es acariciar el pasado con el alivio de haberlo superado y palidecer ante la advertencia del futuro que nos desvela.