En un ambiente íntimo se descubre la voz inimitable cantaora trianera Lole Montoya y el piano sutil del compositor y productor musical José Miguel Évora, un binomio que evoca con delicadeza una sinfonía repleta de matices sobre los temas del repertorio de la cantaora. Un evento único y colmado de sensaciones para un público reducido en el entorno más exclusivo. Las teclas de Évora miman cada sonido que emite la garganta de Lole creando melodías propicias para alimentar las sensaciones del espectador. Emoción y creencia de estar respirando arte en un marco incomparable y singular, matices forjados por la universalidad de la música; Conocimiento y valentía de enfrentarse así al flamenco, casi siempre impredecible, casi siempre mágico.