40 FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE SEVILLA (FeMÀS)
El Retablo empezó a sonar aquí
Nació en el estado de Nueva York como Winaretta Singer, pero la historia la conocería como la Princesa de Polignac. Rica heredera de un emporio industrial (el de las máquinas de coser Singer), vigésima hija de los veinticuatro vástagos que tuvo su padre, muerto cuando ella tenía diez años, Winaretta pasó su infancia entre París e Inglaterra. Conocida lesbiana, después de un primer matrimonio efímero, se casó con el príncipe Edmond de Polignac, compositor aficionado y homosexual como ella, lo que permitió a los dos vivir sus relaciones en libertad. Winaretta tenía formación musical y empeñó buena parte de su fortuna en el mecenazgo artístico. Para su salón de París escribieron obras Stravinski, Satie, Milhaud, Poulenc y otros muchos maestros de vanguardia, entre ellos, Falla.
Cuando la princesa encarga al gaditano una obra para sus veladas, Falla aún no ha estrenado El sombreo de tres picos (Londres, julio de 1919), pero el compositor ya le advierte de que quiere escribir una ópera para marionetas. El tema escogido será un famoso episodio del Quijote, que el propio Falla arregla como libreto. Así nació El retablo de maese Pedro. El estreno no tendrá lugar hasta junio de 1923 y para entonces el estilo del compositor ha cambiado radicalmente. Del nacionalismo de El amor brujo o el mismo Sombrero de tres picos, que ahondaba en las raíces del folclore español, Falla pasa a una esencialidad neoclásica que se enraíza en la tradición renacentista y barroca española, aun sin olvidar el estro popular. Como él mismo escribió: “La sustancia de la vieja música española, noble o popular, es la sólida base sobre la cual se ha organizado esta composición, cuyos medios y procedimientos musicales cambian según las épocas que estos pretenden evocar”.
La Semana Santa de 1922 Falla visitó Sevilla en compañía de Federico García Lorca. Allí conoció al violonchelista Segismundo Romero, un músico entusiasta que le presentó al maestro de capilla de la catedral, Eduardo Torres, y que lo convenció para que adelantara a Sevilla el estreno del encargo parisino. Concedido el permiso para una audición sólo de concierto (quedaba claro que la de Polignac se reservaba el estreno escénico con las marionetas, que serían las de Hermenegildo Lanz, amigo granadino del compositor), la obra se escuchó por primera vez en el Teatro San Fernando de Sevilla los días 23 y 24 de marzo de 1923, hace justo un siglo.
El retablo de maese Pedro requería la participación de tres solistas vocales y una orquesta clásica que incluía un clave, rescatado del pasado gracias al empeño personal de la polaca Wanda Landowska, quien lo tocaría en la presentación parisina de la obra. Partiendo de la base de la capilla de la catedral, Falla reunió a un grupo de solistas sevillanos con los que quedó tan contento que decidió convertirlo en un conjunto estable. Así nació la Orquesta Bética de Cámara, que dejaría en manos de su discípulo predilecto, Ernesto Halffter.
El compositor gaditano se entusiasmó tanto con su idea que para los primeros proyectos de la nueva orquesta hizo incluso arreglos de algunas grandes obras del repertorio, entre ellas la Obertura de El barbero de Sevilla de Rossini y el Preludio a la siesta de un fauno de Debussy, obra de 1894, auténtica precursora de una modernidad a cuyo siglo se adelanta. Falla redujo la instrumentación original y añadió matices y comentarios de interpretación. En su nuevo estado, la obra, que Halffter juzgó que sonaba “mejor que el original”, se estrenó en Sevilla el 10 de diciembre de 1924.
Pasado un siglo del concierto que propició la fundación de la Orquesta Bética de Cámara, otro encargo a un compositor actual, el sevillano Alberto Carretero, viene a contextualizar lo que de moderno hubo en aquella iniciativa del eximio maestro gaditano.
El retablo de las maravillas es una obra conmemorativa del centenario del estreno absoluto de El retablo de maese Pedro de Manuel de Falla en Sevilla. Por ello, está escrita para la misma plantilla orquestal, a excepción de las voces, que en este caso son sustituidas por textos que el espectador puede leer como si fueran cartelas de cine mudo o rótulos de ópera. Además, incluye guiños y recursos intertextuales a modo de homenaje.
Los gestos sonoros establecen vínculos musicales con la acción que tiene lugar en el entremés El retablo de las maravillas de Cervantes. Se trata de una visión programática actual que se vale del juego de texturas, la superposición de estratos tímbricos y rítmicos, así como la caracterización sonora de los personajes. A través de la escritura instrumental, se evocan musicalmente los movimientos teatrales y coreográficos, convirtiendo las posibles escenografías en paisajes orquestales. Aunque el armazón inicial sobre el que se ha construido la composición está en las imágenes y escenas sugeridas por el texto, la música adquiere finalmente su propia autonomía y puede vivir sin depender del soporte textual o visual.
El retablo de las maravillas es una versión hispana (y anterior) del cuento El traje nuevo del emperador de Hans Christian Andersen. Con humor sarcástico, Cervantes presenta unos pícaros que buscan dinero con su espectáculo El retablo de las maravillas, que en realidad no es más que un retablo vacío, y aseguran que sólo los espectadores de linaje puro pueden ver sus maravillas. Naturalmente, se trata de un fraude, pero nadie se atreve a decirlo por miedo a ser tachado de sangre impura. Sólo un furrier, que llega al final de improviso y no conoce la historia, afirma no ver nada y todos se mofan de él, por lo que arremete “a palos” contra todos, salvo los pícaros, que salen triunfantes.
El Retablo empezó a sonar aquí
Claude Debussy (1862-1918)
Prélude à l’après-midi d’un faune [1894] *
Alberto Carretero (1985)
El retablo de las maravillas [2023] **
Manuel de Falla (1876-1946)
El retablo de maese Pedro [1923]
[*Arreglo de Manuel de Falla para la Orquesta Bética de Cámara.
** Estreno absoluto. Encargo del Centro Nacional de Difusión Musical y la Junta de Andalucía para la conmemoración del centenario del estreno de El retablo de maese Pedro]