Palabra de carretero, la vuelta.
Culminamos nuestra obra dedicada a la vida del carretero.
Situándonos como punto de partida a las plantas de la Virgen del Rocío el lunes de Pentecostés, los agradecimientos a la Blanca Paloma, los preparativos para la vuelta, el nacimiento en la aldea de un becerrito, el amor por la naturaleza, la despedida en el puente del Ajolí, los suspiros, la lucha del ganado en los bancos de arena de la Raya Chica, la noche de Palacio, las anécdotas del abuelo carretero, los recuerdos, el encuentro en la Raya Real con otros Simpecados, los momentos de soledad, el cansancio y la nostalgia, la ilusión por el próximo Rocío.
Enamorarse del camino, cruzar el río de nuevo, la última noche, la entrada en el pueblo y la presentación en la Iglesia y la querencia de los bueyes que vuelven al Tinao.
Así finalizamos nuestra obra a la labor diaria del carretero, su vida y sus tradiciones y a la hermosa responsabilidad de llevar el Simpecado de la Virgen del Rocío.