XIX NOCHES EN LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR.
400 Aniversario de la muerte de G. Caccini.
Dolcissimo sospiro
Juan Carlos Rivera -director del grupo Armoniosi Concerti- y Mariví Blasco -cofundadora junto a Fahmi Alqhai del grupo Accademia del Piacere- son dos nombres fundamentales para la música antigua en nuestro país. En palabras de Pablo J. Vayón, “Juan Carlos Rivera es, sin más, uno de los grandes de nuestra música, mientras que Mariví Blasco forma parte esencial de ese círculo de cantantes que han transformado el panorama de la música antigua española en las últimas dos décadas. Como dúo, ambos llevan trabajando además unos años, lo que favorece el entendimiento, la complicidad, y propicia resultados de absoluta excelencia”. En esta misma formación grabaron en 2014 con el sello Lindoro el disco “A che Bellezza”, una mágnífica interpretación de arias y cantatas del Seicento.
Este 2018 se cumplen cuatrocientos años de la muerte de Giulio Caccini, uno de los compositores que abogaron por un estilo monódico frente al estilo polifónico de siglos anteriores. En sus obras Le Nuove Musiche y Nuove Musiche e nuova maniera de scriverle aboga por el recitar cantando, que le permite expresar fielmente los afectos del texto a través de la música. Su legado es de vital importancia para el desarrollo de la ópera. Mariví Blasco y Juan Carlos Rivera se suman a los homenajes que por todo el mundo se están haciendo en recuerdo de figura tan emblemática. El programa pretende ser un recorrido de más de un siglo por algunas de las arias y lamentos más bellos del repertorio barroco, desde Caccini hasta Bach. Algunas arias, provenientes de óperas, requieren en su origen de una orquesta acompañante, sin embargo siempre ha sido una constante en la historia de la música el arreglo para una formación camerística y de carácter íntimo de músicas que estaban destinadas para la escena o incluso para la iglesia. Así, las arias de ópera de Purcell y Handel sonarán en la versión de Blasco y Rivera tal como se interpretarían acompañadas de una tiorba, un laúd, o un clave en la intimidad del hogar.