CICLO MOMENTOS ALHAMBRA.
Solo cuando el tiempo se detiene podemos apreciar la intensidad del momento. Esta es la clave del concepto “Música con Pausa”, un nuevo formato, inaugurado en Sevilla a finales del pasado año con las actuaciones de Kiko Veneno y Alba Carmona, dentro del ciclo de conciertos Momentos Alhambra.
Esta original iniciativa fue posible gracias a la complicidad del público, desconectado de sus teléfonos móviles durante la experiencia para no perder detalle y asegurarse de vivir plenamente la experiencia. El miércoles 19 de febrero el protagonista de este momento de desconexión será el cantaor Niño de Elche, que dejará su huella en un espacio singular situado en pleno corazón de Triana, Casa Montalván (calle Alfarería, 21). Aunque el inicio del concierto está previsto a las 20:00 horas, se recomienda acudir al evento al menos media hora antes, ya que el aforo es reducido y con entrada libre hasta completarlo.
Francisco Contreras Molina (Elche, 1985) es un cantaor multidisciplinar que ha sabido aunar en sus variadas propuestas artísticas géneros o disciplinas como el flamenco, la electrónica, la literatura, la performance, la poesía fonética, el rock, la canción de autor o la música contemporánea.
En Sevilla, el de Elche actuará para un público reducido en un edificio caracterizado, como su música, por combinar creación artesanal y experimental: una antigua fábrica de cerámica trianera fundada en 1850 reconvertida en un carismático hotel. El repertorio que ofrecerá en su actuación es toda una incógnita, no solo por el afán de sorprender intrínseco del artista, sino por el formato íntimo y diferenciador del propio evento.
En 2015 ya se situó en el punto de mira mediática con su álbum Voces del Extremo, que se mecía entre el flamenco, el krautrock, el ambient o el new wave y que recibió varios reconocimientos. Le siguieron otros proyectos igual de heterodoxos hasta llegar a su último trabajo, Colombiana (Sony, 2019), un proyecto con el que pretende dar continuidad a la fructífera y fluida relación de los cantes de ida y vuelta en el ancho Caribe afro-andaluz. En él explora los orígenes de la Cumbia y la Tropicalia, pero retorciéndolos al máximo y fundiéndolos con su arte, como es de esperar en un activista musical de su talla.