Durante más de un siglo, el sonido de las calles de Nueva Orleans ha sido el de las brass bands, tanto para celebraciones como para expresiones culturales colectivas y de orgullo de la comunidad. Se trata de orquestas formadas por instrumentos de viento-metal y percusión, que interpretan música rítmica y festiva mientras el público participa bailando. Todo el mundo es bienvenido, amigos, vecinos y visitantes, para bailar y disfrutar de vivir. Una perfecta ocasión para vibrar con canciones populares, espirituales negras y funk, siempre con un tono de jazz tradicional y blues.