Vestido de negro, guitarra en mano y rodeado de excelentes músicos, sobre un escenario de bella y sobria escenografía, Paco Ibáñez nos regala canciones de amor, de puro existencialismo, de lucha y resistencia, que envueltas en los ritmos de los instrumentos y la fuerza de la poesía evocarán la crudeza y la tristeza pero también la ilusión, el amor y la esperanza.