En su quinto álbum, Nobody cares (2020), el sexteto O Sister! nos mete de lleno en los nuevos años 20 que trae este decenio con un sonido propio dentro del swing que, lejos de la autocomplacencia y de un ejercicio de nostalgia retro, se aventura a explorar otros géneros y ambientes musicales, aun manteniendo sus señas de identidad: los recursos únicos del trío vocal, un jazz pegado a las raíces de este estilo en Nueva Orleans y una libertad transgresora que sí toma como modelo aquella era dorada.
Paula Padilla (voz contralto y ukelele), Helena Amado (voz soprano), Marcos Padilla (voz tenor), Matías Comino (guitarras y banjo), Camilo Bosso (contrabajo) y Pablo Cabra (batería y percusiones), los componentes de O Sister!, presentarán el 9 de octubre en el Teatro Cervantes el repertorio del disco, el más personal de su carrera, en el que desnudan su técnica, su creatividad y su concepción de la música. Un Nobody cares que alude a esa ‘jazz age’ en la que las mujeres conocidas como ‘flappers’ conquistaron derechos a ritmo de swing con referentes como Joséphine Baker, Louise Brooks o Coco Chanel. También rompían moldes por entonces las Boswell Sisters, a cuyo extraordinario legado le dedican una canción (‘The Boswell Sisters Song’), y de las que recuperan sus arreglos para ‘It’s the girl’; una significativa reivindicación del papel de la mujer y la única versión de los diez temas que forman este nuevo trabajo.
Entre ellos encontramos desde el single homónimo (‘Nobody Cares’) en torno a la velocidad de los tiempos que corren; a un ragtime (‘Alligator Rag’) inspirado por cómo imaginó el escritor Fernando Mansilla –fallecido en 2019– a los miembros de la banda como seis cocodrilos venidos desde el Misisipi al Guadalquivir; pasando por el aire caribeño de todo un calipso (‘Love Song Number 2’) donde brilla la improvisación oral del gran repentista cubano Maestro Pimienta –colaborador de Jorge Drexler o Compay Segundo–; el espacio que va del tono fúnebre a la Nueva Orleans de ‘Do Not You Agree With Me?’ a la vitalidad contagiosa y digna de un musical de ‘Swing Saved My Life’; y los sorprendentes arreglos de ‘Back To Square One’, incluidos un cuarteto de cuerdas y la magia del theremín del chileno Martín Benavides.