Escrita en la primavera de 1847, la obertura Genoveva de Robert Schumann fue terminada antes de su única y homónima ópera alemana en cuatro actos. Basada en una obra de los dramaturgos Tieck y Hebbel, en la que se trata de las desventuras de una heroína alsaciana del siglo VIII, tuvo una relativa aceptación en su estreno el 25 de junio de 1850 en el Stadtteather de Leipzig.
El Concierto para violín y orquesta, Op. 77 de Johannes Brahms lo completó en su residencia de verano en la localidad carintia de Pörtschach en 1878, siendo dedicado a su amigo y gran violinista húngaro Joseph Joachim, al que pidió consejos para su composición y quien lo estrenó en Leipzig el primer día del año siguiente con la Orquesta de la Gewandhaus bajo la dirección del compositor.
Johannes Brahms compuso su Segunda sinfonía durante el verano de 1877 en el balneario de Pörtschach am Wörthersee, siendo estrenada por la Filarmónica de Viena el 30 de diciembre del mismo año bajo la dirección de Hans Richter. Sin entrar en el detalle de cada uno de sus movimientos, se puede afirmar de su conjunto que es una obra que tiene más un marcado carácter campestre que un formalismo vienés.