De la variada programación que tendrán en el Cervantes en Abril, queríamos destacar Poème, para violín y orquesta en Mi Bemol de Chausson, una de las más famosas de su catálogo. Inspirada en una novela de Iván Turgueniev, Canto del amor triunfante, los sucesivos aires de su discurso dan una idea de su estructura tipo collage en la que el violín tiene un gran protagonismo reafirmado en la serenidad del final. De Ravel se interpretarán dos obras: Tzigane. Rapsodia de concierto para violín y orquesta y nuestro querido Bolero. En el primero encontramos una de las piezas para violín de un virtuosismo tan endiablado que, en este sentido, no tiene casi parangón en el repertorio concertante de este instrumento. Su carácter rapsódico inicial y su discurso danzante final le dan un natural atractivo a la ambigüedad de su música que tiene un claro matiz zíngaro. Fue dedicada a la violinista húngara Jelly d'Arányi que la estrenó en Londres el 26 de abril de 1924. Tras lo anterior dicho, sólo sumar que el protagonista de la velada será el violinista JOSEF SPACEK.