3 Horas de Rock and Swing Animal
La Sevilla de Pájaro es más la del río Betis que la del Guadalquivir, más de Itálica que de Giralda, más de Escipión que de Muza. El remanente romano empatiza con el gusto del artista por la Italia de Adriano Celentano, de Sergio Leone, de Ennio Morricone.
Su pasado como guitarrista ineludible de la escena rockera sevillana, en una época en la que, con toda naturalidad, se podía rendir pleitesía a Elvis y a la Virgen de la Macarena el mismo día y a la misma hora, ha dejado tal poso en su genio, que basta oír el single Las criaturas / Santa Leone para darnos cuenta de que no puede haber más espontaneidad en como se mezclan en el aire las ondas de una frenética guitarra surfera con las de una corneta procesional de Semana Santa sevillana, o unos acordes de jazz a lo Djiango Reinhardt con unos versos de San Juan de la Cruz.
Y es que, para Pájaro, Sevilla, Texas, Nápoles, Nueva Orleans, Roma, Almería o Memphis se huelen desde su ventana. Y el rock’n’roll, el blues, el surf, el swing, la saeta, la tarantela o el spaghetti western suenan como una misma cosa cada vez que pone los dedos en las cuerdas de su guitarra. Así, la magia surge de convertir en posible lo imposible para que la belleza —que es algo que no existe— esté.