Manuel de Falla, Bela Bartok, Federico García Lorca, Pablo de Sarasate, Paco de Lucía...
El jazz siempre ha buscado en otras músicas fuentes de inspiración para ampliar sus horizontes y hallar nuevos caminos y sonoridades. No es de extrañar que en su repertorio se puedan adivinar influencias de los grandes compositores de música clásica, entre otras, para trenzar sonoridades, estructuras formales y herramientas compositivas para beneficiarse de ellas e iniciar nuevos caminos de búsqueda, que es en definitiva uno de los objetivos principales de este género. Desde el otro lado, la música conocida habitualmente como “clásica” tiene un enorme recorrido en la historia social y cultural de la humanidad, desde las músicas populares de antaño hasta la actualidad, y eso ha enriquecido irremediablemente la curiosidad y necesidad de los compositores de plasmar elementos y rasgos estilísticos de raíz en sus obras.