TERRAL 2018.
GRITO PELAO.
Grito pelao la obra que la bailaora malagueña y la cantante catalana estrenaron en Avignon, nos sumerge en el deseo personal de Rocío de tener un hijo y, al mismo tiempo, en un entramado de relaciones que suponen una reflexión sobre la maternidad. Lola es la madre de Rocío, Sílvia es madre y Rocío lo desea ser. El espectador se hallará ante una escena abierta en canal, hilada a baba de fémina, a grito fundido, a bastonazo ciego. Molina y Pérez Cruz, atadas a una complicidad que parece atávica, instintiva, han decidido desprenderse de sus seguridades y adentrarse en un espacio desconocido que las atrae irremediablemente. Será la vuelta al Cervantes de la coreógrafa iconoclasta Rocío Molina tras la presentación de Caída del cielo en el pasado Festival de Teatro.
El Festival de Verano Terral y la Temporada 2017-18 se cierran, a falta del concierto postergado de Jorge Drexler (se celebrará el 26 de septiembre), con este Grito pelao, “una escena abierta en canal, hilada a baba de fémina, a grito fundido, a bastonazo ciego”, escribía Pablo Caruana.