Con más de 1 millón de oyentes mensuales en Spotify y actuaciones en festivales internacionales como Lollapalooza (dentro de su gira por Latinoamérica), Rus ha salido de su habitación para establecerse como referencia en la escena musical actual. Su música, una caricia en medio de la pista de baile, es el balance perfecto entre el lado más cuqui y la urgencia de reventar equipos de sonido. Asistir a sus directos es necesario para entender todo esto.
Personaje peculiar que no oculta su debilidad por la obra de Goethe, cosa que ahora mismo no parece lo más cool del mundo, el madrileño Ruslán Mediavilla toma como base la música electrónica, la mezcla con instrumentos orgánicos y, más que cantar, las susurra mezclando si le da por ahí el inglés con el castellano. Hay en todo lo suyo un aire melancólico, romántico a su manera, y desde luego desprende un magnetismo innegable. De lo contrario no sería uno de los artistas más reproducidos en plataformas.