Temporada 18-19.
La historia de Salvador Vilar Braamcamp Sobral (Lisboa, 1989) ha sido una de las más emocionantes de la historia de la canción popular reciente. Ganador inesperado del Festival de Eurovisión 2017, que conquistó con una calidad vocal inusitada para ese certamen, tuvo que interrumpir inmediatamente el despegue de su apoteósica carrera para someterse a un trasplante de corazón del que se ha recuperado, felizmente. Voz cálida y hermosa, Salvador Sobral es, sin duda, el cantante del momento. A su presentación en el Teatro de la Maestranza, acude en un formato de trío que potencia la intimidad de su propuesta musical, basada en el jazz, el bolero, la bossa-nova y la canción popular. En el trío, destaca la presencia de un pianista “evansiano” de la talla lírica de Júlio Resende, uno de los grandes pianistas de jazz de la escena europea.
Sobral era un cantante que destacaba por sus posibilidades para el éxito popular cuando, tras participar en “Ídolos” -una suerte de “Operación Triunfo” de la televisión portuguesa- decidió abandonar el país para instalarse en Mallorca con la pretensión de estudiar Psicología Deportiva. Entonces -2009- ocurrió que acabó dejando las clases para iniciar una carrera de cantante de clubs nocturnos y garitos en los que, explica, “aprendí a improvisar y arriesgar con mi voz, con mi forma de acercarme a los instrumentos…” .
Centrado en el jazz, el bolero y la bossa-nova, Sobral se forjó musicalmente en Estados Unidos y en el Taller de Musics de Barcelona. De vuelta a Lisboa en 2016, publicó un disco en solitario, “Excuse Me”, junto al pianista Júlio Resende, donde combinaba ritmos brasileños con el cool jazz, y al año siguiente, se presentó a un festival con el tema “Amar pelos dois”, de su hermana Luísa. Lo ganó y ese premio lo convirtió en representante de Portugal en Eurovisión, a la que tuvo que acudir con un permiso especial de los médicos para poder viajar, porque ya en ese momento estaba en lista de espera para un transplante a causa de un problema cardíaco.