53 CARACOLÁ LEBRIJANA

Imposición Caracol de Oro a Concha Vargas.

Hacia la mitad de la noche del 21 del julio -jornada de cierre de la 53 Caracolá Lebrijana- el Alcalde de Lebrija, José Benito Barrosos, impondrá el Caracol de Oro a la Mujer Lebrijana del Baile Flamenco por excelencia: Concha Vargas Torres, en justo homenaje y reconocimiento a una carrera imparable querebasa ya el medio siglo.

El Premio Nacional de Flamencología, Manuel Martín Martín, gran conocedor de la trayectoria de la lebrijana, es el encargado de presentar los espectáculos y el acto protocolario de esta mágica noche con la que despediremos la Caracolá hasta el años que viene.

De la estirpe de Los Agujeta, Samuel Serrano es la gran esperanza de la cosecha flamenca chipionera. Evoca con su voz negra, cruda y racial los metales del Tío Juan Talega y su garganta rezuma los aromas de Chocolate, Terremoto o el mismo Antonio Mairena. De él se suele decir que "suena como los viejos" y que resulta sublime por seguiriyas. A la Caracolá viene acompañado de la guitarra de Paco León. Su voz añeja aterriza en las tablas del Juan Bernabé para sumarse a una noche flamenca inolvidable.

Alonso Núñez Fernández debutó a la tempranísima edad de seis años como cantaor flamenco (en el espacio televisivo "Veo Veo" de Canal Sur). Su voz se ha codeado con los mejores guitarristas, entre los que destacan Paco Cepero, Habichuela o Moraíto Chico. Defensor de los cantes más tradicionales, goza del aplauso del público y de la crítica especializada. En su cante tiene muy presentes a figuras como La Perla de Cádiz, Enrique El Mellizo, Paco Toronjo y Juan Talega, sin olvidar las referencias que le legó su propio padre (Mairena, Caracol y Juanito Valderrama, entre otros). Esta Caracolá ofrece el lujo de ver el caudal chiclanero a través de las voces de Rancapino Padre y Rancapino Chico.

Antonio Manuel Álvarez Vélez (Ayamonte, 1980) bebió de las fuentes tradicionales y del flamenc familiar para crear un estilo propio, el de la soulería, sus bulerías con toque de soul. Conocido por el gran público como Pitingo, el onubense abandonó su trabajo como cargador de maletas en Barajas para iniciar su mágico viaje por las entrañas del flamenco, relancionándose con figuras de la talla de Enrique Morente, carmen Linares o Diego Carrasco, entre otras. Desde la creación de Soulería, su carrera discográfica ha sido imparable, con siete trabajos en el mercado.

Lo fundamental. Lo básico. Lo primordial. La esencia. El fondo. El alma. Todas esas cosas es lo esencial. Un espectáculo que está hecho sin pretensiones, sin envoltorios, sin ideas conceptuales de por medio, y permitiendo la total libertad para mostrar el flamenco que sentimos. Isabel Bayón hace en Lo esencial, un recorrido por el abecedario, desde cantiñas a martinetes, tangos, abandolaos, tientos o malagueñas. Conocimiento, sensualidad y balleza apreciables por los sentidos: Isabel Bayón