SOV se caracteriza por la inclusión de instrumentos no habituales en el género y por experimentar con ellos mediante la improvisación. El contraste entre sus sonoridades, especialmente las de las cuerdas del cello y el contrabajo, tocados con o sin arco, frotadas, punteadas o percutidas, evocan un universo sonoro cuya base es la formada por un repertorio de estándares, clásicos y modernos del jazz norteamericano. Con esas mimbres Sense of Value Quartet, con la versatilidad que le caracteriza, crea una banda sonora que abarca casi todos los estilos y épocas del jazz, desde el swing al free jazz, pasando por el cool jazz, el be bop o el modal jazz.