Después de agotar las localidades en su primera gira mundial –Nueva York, Los Ángeles, París, Londres, Viena, Berlín, Tokyo; así como en sus conciertos debut en España, celebrados en Madrid y Barcelona–, el pianista y compositor canadiense Tony Ann recala en el Cervantes con lo mejor de su trilogía cromática Emotionally (Blue, Orange, Red), además de temas pop y otros inéditos.
Este joven virtuoso que se autoproclama como gran conocedor de la armonía, fusiona los estilos de lo nuevo y lo antiguo con un efecto sobrecogedor, y no deja de pensar en cómo traspasar no solo los límites de la música neoclásica e instrumental, sino también de la popular.