XXII BIENAL DE FLAMENCO DE SEVILLA
SOLA GUITARRA
Es un espectáculo donde prima la austeridad escénica y los decorados innecesarios. Nada que distraiga de la verdadera intención: pasar una hora de guitarra sin aditivos. No hay percusión, ni palmeros... ni colaboraciones de cante o baile. Solo Alfredo Lagos y su música. Tres momentos de escena, tres movimientos y una única reflexión. Empezar recordando a los maestros de antes, con todo el respeto posible, e ir llegando poco a
poco a la guitarra de hoy, incluso anticipar si es posible la guitarra moderna.
“Considero que la guitarra flamenca merece un sitio destacado en el escenario, un momento solista, y que se consiga mantener la atención del público sin tener que recurrir a secundarios, incluso aunque sean secundarios de lujo.”
SENSACIONES / SENTIMIENTOS
Mi camino se sigue buscando día a día. Como el de casi todos los músicos que se sienten verdaderamente comprometidos con su profesión. También he tenido siempre claro que, aunque me sitúo en el camino del flamenco, como la música que más amo, no quiero ni debo renunciar a sonar desde otros puntos de vista, otras músicas, otros registros, a fin de cuentas. Desde este espectáculo, quiero contar otras cosas. Es un canto de amor al flamenco, y sobre todo a la guitarra flamenca.Quiero acordarme de guitarristas geniales, a los que he oído desde
niño, a los que pretendo humildemente acercarme y ofrecer mi
visión. Con el alma en los dedos… y en las clavijas.