PURA SANGRE
Pura sangre, fluido natural, auténtica expresión, verdad pura. Israel Fernández, flamenco de cuna criado en una familia gitana de Toledo, es un pura sangre del cante desde que con 11 años empezó a ganar concursos televisivos.
Ahora, con cuatro discos en el mercado, ya es una figura del género que anuncia un enorme futuro, pues su flamenco, posterior a la gran transformación del género, ya no tiene que debatir entre tradición y modernidad: él mismo es el fruto de ese debate tan creativamente resuelto.
Aliado de El Guincho, del guitarrista Diego del Morao, con el que acude al Teatro de la Maestranza o de Pional, referencia actual de la música electrónica, Israel Fernández seduce a las grandes audiencias igual que a la industria, que por su disco Amor, Premio Odeón, también lo nominó al mejor álbum flamenco en los Grammy Latinos.
La explosión de todo eso la ha encajado Israel Fernández viviendo en su pueblo de siempre, atento a sus cosas, procurando que su música continúe brotando del corazón, que es como a él le gusta cantar, anteponiendo su experiencia y su verdad y luego dejándose llevar por la espontaneidad del directo. “Soy humildemente impredecible”, dice Israel Fernández, formado como cantaor con el chispazo variable de las fiestas y el cante en familia.