Surgieron en el epicentro de la explosión del punk -nacieron en Londres, en 1976-. Pero mantuvieron una distancia con ese crujido, resistiéndose a ser etiquetados. Así que cuando la gran mayoría de grupos punk se convirtieron en una caricatura, ellos mantuvieron una identidad inquieta, basándose en la experimentación y en la metamorfosis continua.
Entre 1977 y 1979, cuando publicaron sus tres primeros álbumes, no dejaron de reinventarse: primero, rock anfetamínico, con el punk llevado a sus extremos, aunque con ironía y abstracción; luego dejaron atrás ese minimalismo y se pusieron más atmosféricos; con el tercero llegó la fase melódica.
Han seguido sacando discos hasta llegar a la quincena, pero solo cuando las ideas que aparecían les parecían correctas. Ni uno de relleno. Esa actitud les ha dado una longevidad a prueba de bombas y una relevancia incombustible.
En 2013 publicaron “Change Becomes Us” (el título ya lo dice todo): entraron en el estudio para grabar viejas canciones que solo habían editado antes en algunos directos; hablamos de temas de principios de los 80. Salieron de ahí con cortes que habían encontrado su lugar e intensidad en el contexto moderno, toda una declaración de intenciones para sus alumnos del post-punk, que son muchos.
Dos años más tarde llegó “Wire”, cuyo título podría sugerir una especie de declaración de principios definitiva, a esta altura de su película, aunque los tiros no iban por ahí, pues sus sutiles subversiones tenían más que ver con una actualización de su legado (“potente y crujiente”: The Guardian).
Al año siguiente llegó el mini álbum “Nocturnal Koreans” (“fenomenal, suena desafiantemente moderno”: The Quietus).
Y, finalmente, la más psicodélica de las bandas referenciales del primer post-punk, y ciertamente una de las más ruidosas, un referente evidente de nuevas metamorfosis del género como Parquet Courts y Savages, se destapó en 2017 con “Silver/Lead”, su 15º álbum, coincidiendo con su 40 aniversario como formación. Un trabajo -más lento y extraño que lo han publicado en los últimos años- que más que querer relacionarse con su pasado pretende vislumbrar su futuro.