El directo de Zenet y su banda es potente, rico, teatral, emocionante. Zenet es un showman, actor, bailarín, mimo, carne de escenario que disfruta haciendo piruetas con su sombrero, que baila los solos, que vacila con el público, que pide pista en escenarios grandes, aunque también disfruta en el tête a tète de los shows acústicos y espacios pequeños. Arrebatador y verdadero, Zenet sobre un escenario puede guardar las formas de un Sinatra sureño y un minuto después mandar el micrófono a paseo y cantar a capella para asombro de las primeras filas.
La banda que acompaña a Zenet es de una altísima calidad musical, disfrutan tocando y eso se nota. Los músicos contagian su disfrute al espectador y consiguen que la experiencia de asistir a uno de sus conciertos sea inolvidable y enriquecedora. Enriquecedora porque los paseos musicales, que se llevan a cabo en todos los conciertos, escarban y juegan en diversos estilos -del fado, al tango, al jazz, el swing, la música cubana o la copla-, siempre llevándolos a su terreno; porque Zenet ya tiene su estilo propio.