Durante el siglo XX, el Este de Europa y más en concreto la República Checa contó con una potente escuela de animación, cuyas producciones se veían a cuentagotas en este lado del mundo.
Una de las más conocidas fue ‘Topito’, el personaje creado por Zdenek Miler, que ganó el primer premio en el Festival de Cine de Venecia. Un héroe bueno y simpático en unas aventuras sin diálogos.