Se trata de una oportunidad de descubrir un vocabulario específico para aprender a interpretar las imágenes. Expresarse con palabras, explorando la fotografía permite a los niños y niñas apropiarse de la realidad y ver su entorno cotidiano de otra manera.
La exposición-taller combina una serie de actividades para educar la mirada de manera lúdica y divertida. Enfocar un detalle, cambiar de escala o de ángulo de visión, acercarse al sujeto «cautamente, como un lobo», como decía Henri Cartier-Bresson, y jugar con las sombras y las luces, son algunas acciones que permiten disfrutar con la mirada y apropiarnos de nuestro día a día. Ampliar un detalle, una textura, un color, abre la mente a un mundo de sensaciones.
3 pases diarios con sesiones dirigidas en los siguientes horarios: