Cuando era pequeña me hacía la dormida para no comer, y a escondidas comencé a alimentarme de cuentos y libros. Así descubrí que se pueden devorar muchas cosas, muy deliciosas. Después de tanto leer comencé a gritar: ¡Qué hambre! Por Alicia Bululú.
Destinatarios: Alumnos/as de Educación Infantil y Primer Ciclo de Educación Primaria.