Nos transportaremos a las sociedades paleolíticas y neolíticas de nuestra tierra. Los niños aprenderán a realizar con sus propias manos las pinturas rupestres que nuestro ancestros pintaban en cuevas y abrigos.
Una buena oportunidad para aprender divirtiéndose y conocer de forma cercana y amena nuestra pintura rupestre, declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.