Es la noche de Navidad, como todos los años el señor Todoro, viejo ávaro y huraño, se dispone a pasar la cena de nochebuena solo y sin festejo alguno. A pesar de ser el hombre más rico de la ciudad, odia la navidad, odia gastar dinero y odia a las personas alegres y generosas que lo celebran todo.
Su particular forma de ver las cosas cambiará justo esa misma noche, cuando el alma atormentada de su socio Fortunato venga a visitarle y le muestre, a través de tres fantasmas, qué puede pasar con su vida si sigue empeñado en ser un viejo ruín y miserable.