El abuelo Pepe era sereno, observador y muy protector. El abuelo Pepe hacía unas migas riquísimas y mientras removía el pan y todos los ingredientes, contaba historias que había recogido en su larga vida. El abuelo Pepe me dejó sus historias, pero no la receta de las migas, así que lo que te puedo regalar son sus cuentos. ¿Quieres probarlos?