La protagonista acude al viejo caserío familiar con la intención de venderlo. Al entrar en el desván, su antiguo refugio y laberinto de juegos, los objetos abandonados evocan su infancia. Allí reside también el “espíritu” de la casa. En un baúl de recuerdos olvidados encontrará la canción de la abuela, los trabajos del campo, las fiestas, las bodas... Un viaje emocional a las raíces… Una reflexión lúdica, emotiva y poética, con pinceladas de humor y sorpresas visuales, que nos acerca a lo que hemos sido y a lo que nos ha hecho ser lo que somos. El intento de destacar y honrar el valor de la mujer como pilar indispensable del caserío.