Juan acaba de perder a su padre. El viejo molinero, muy pobre, apenas ha podido dejar en herencia a su hijo una mecedora destartalada, un perchero, un par de botas y un gato perezoso. Muy pronto, el felino demostrará ser más listo y útil de lo que parecía. Hace ya bastantes años fue convertido en gato mediante el hechizo de un malvado ogro. El ingenio del gato hará que Juan conozca a la Duquesita, a la que ama en secreto, y mediante un engaño logrará hacer pasar a su nuevo amo por el Marqués de Carabás, dueño de grandes tierras y un castillo cercano.