A partir 4 años.
Irú Teatro.
El pequeño Verne mezcla dos técnicas teatrales de gran tradición y que juntas dan como resultado un espectáculo con un fuerte impacto visual. Los personajes que van apareciendo, construidos por los propios manipuladores en diferentes materiales (Papel maché, goma espuma, etc) toman vida gracias a la milenaria técnica del Bunrraku consistente en mover los muñecos mediante varas y pegados a ellos. Combinando esto con la luz negra, que permite al manipulador no ser visto dándole todo el protagonismo a los títeres, se consiguen unos efectos visuales que causan gran sorpresa en el espectador. El Pequeño Verne es un espectáculo visual, sin texto. La música es de Joel Martínez. Con un argumento sencillo, dividido en 6 cuadros diferentes donde trascurre el viaje del joven protagonista. Momentos evocativos y oníricos se entremezclan con otros de más acción o humor para conseguir un espectáculo dinámico, con mucho ritmo, que engancha desde el principio al espectador que ve como, ante sus ojos, surge la magia del teatro negro. Una magia en la que se verá envuelto ya que hay momentos en los que la cuarta pared se rompe para que los niños y los no tan niños participen en el espectáculo. Esto es algo poco común en el teatro de luz negra.