¿Qué hacer para captar la atención del público cuando te enfrentas a un cuento archiconocido y todos saben lo que ocurre durante la función?
Hay innumerables respuestas a esta pregunta. Han optado por sorprender, por aderezar la historia de Hans Christian Andersen maridándola con otro cuento célebre: El flautista de Hamelín, de los Hermanos Grimm. También lo han salpimentado con mucho humor, con un chorreón de escenas y personajes disparatados y con el aliño de la participación del público.
Este espectáculo es, por tanto, una receta perfecta para la diversión. Los ingredientes principales: personajes que harán las delicias de los más peques con guiños a temas de la actualidad para que los mayores saboreen este plato que preparamos con tanto cariño.