EL TENOR COGE LA BATUTA
Jóvenes Audiencias
Disparatado y, a su manera, surrealista, Danny Kaye (1911 - 1987) fue un célebre actor, cantante, humorista y bailarín americano que protagonizó infinidad de películas, shows y piezas teatrales en las que con sus muecas y payasadas provocaba la carcajada, llevando al público -el inglés, por ejemplo, que le adoraba- hasta el delirio a base de números como recitar una catarata interminable de nombres a tal velocidad que parecía ahogarse en el intento.
Zapata -el tenor granadino José Manuel Zapata-, un cantante desacomplejado y showman con un gran carisma en escena, lo homenajea rescatando una de las facetas de Kaye menos conocidas, su condición de aficionado a la música que solía ponerse al frente de importantes orquestas americanas “reemplazando” a directores de la talla de Eugene Ormandy o Zubin Mehta a los que parodiaba dirigiendo a las orquestas -como la Filarmónica de Nueva York- en eventos retransmitidos por televisión a todo el país. Por uno en concreto, en 1981, fue nominado a los Emmy.
Con puesta en escena y guion compartido con Paco Mir (Tricicle), Zapata sumerge en una gamberrada musical que desmonta los serios y graves clichés del género con unos gags disparatados con los que el público no solo se divierte, y mucho, sino que además, escucha una selección de variados fragmentos musicales que, como el polifacético Danny Kaye, viajan desde Brahms a AC/DC, o de Beethoven a Johann Strauss. Y como el humor es muy serio, también para Zapata, los gags son elaborados, finos, sutiles y proyectan ironías sobre el mundo de la música clásica, sí, pero siempre, como en todo lo que hace Zapata, desde el más profundo amor hacia ella.