Un duende muy espabilado dirige los elementos de la naturaleza para que llegue el otoño. Se llama Grúmic y con él está su amiga Nona, a la que explica cómo lo hace para que caigan las hojas de los árboles, lleguen las lluvias y los vientos, el paisaje se pinte con cientos de miles de tonalidades marrones, las hojas de los árboles caigan al suelo para formar alfombras naturales…