La luna siempre estuvo presente en nuestra vida, en nuestros mitos, en nuestras creencias, en nuestro imaginario, en nuestro apetito visionario del descubrimiento de lo que existe más allá de nosotros.
Está aquí tan cerca. Teníamos que ir allí a visitarla. Primero en las historias, en los sueños, en la literatura.
El genio de Antonio Gedeón tomó la tradición y convirtió un cuento muy antiguo en poesía. Aunó poesía y ciencia y quiso ponerlo todo en el escenario. Y escribió la Breve Historia de la Luna.
Queríamos juntar actores y marioneta y hacer un sentido homenaje a un imprescindible de nuestra literatura y compartirla con todos.