Una ópera cuya potencia visual, mágica y entrañable, no será fácil de olvidar. El pajarero Papageno acompañado de una flauta y un piano cuenta las aventuras que vivió con el príncipe en su viaje a tierras lejanas para rescatar a la princesa Pamina, hija de la Reina de la Noche y prisionera del malvado Sarastro. Un viaje lleno de sorpresas. Una historia de amor en clave del “singspiel”. Els Comediants vuelven al Teatro de la Maestranza con un título que ya es todo un clásico del género: “La pequeña flauta mágica”. Una producción del Gran Teatre del Liceu de 2000 que realiza una adaptación infantil sobre la propia producción de Els Comediants del célebre “singsiel” de W. A. Mozart. “La pequeña flauta mágica” es una invitación a descubrir el placer de la ópera. Y es que cuenta con un montaje de instrumentación reducida, a base de piano y flauta, pero contagiosamente vitalista y alegre protagonizado por seis cantantes-actores en un escenario donde la decoración con figuras de alambre, móviles y juguetes musicales es tan elegante como sutil. El vestuario colorista y sus atractivas figuras convenientemente exageradas, señas de identidad de Joan Font y de Els Comediants, están muy presentes en esta ópera. Y a su vez, se preserva lo esencial del original de Mozart, pues se mantiene a sus personajes principales, el argumento y las piezas musicales más conocidas de la obra, cantadas en español.