Unos personajes olvidados, no humanos. Unos personajes que viven al margen del mundo conocido pero, al mismo tiempo, son unos de nuestros mayores observadores. Se alimentan de aves, roedores y otras especies que encuentran a su alrededor. Liliak es un reflejo de nuestro ser más instintivo, mas animal... pero, a su vez, más puro. No son de aquí, no son de este mundo... pero están entre nosotros. Nos miran, nos imitan, saben dónde están nuestros límites... pero solo observan, respiran, sobreviven... A pesar de sus cientos de años, juegan, se divierten, se aman... el tiempo no ha borrado su inocencia, sus ganas de conocer y su ilusión por la vida o, mejor dicho, por la muerte.